Baja visión

Es una pérdida de la capacidad visual que no puede ser corregida con gafas, lentes de contacto, fármacos o cirugía.

Un paciente de baja visión es aquel que con la mejor compensación de gafas o lentes de contacto presenta en el mejor ojo, una Av que va de 20/60 a percepción luz o tiene un campo visual igual o menor a 20º desde el punto de fijación.

La baja visión provoca dificultades en las actividades cotidianas como la movilidad, la lectura, la realización de tareas domésticas, ver la televisión, etc.

Esta discapacidad visual surge como consecuencia de patologías oculares cuyos tratamientos no son capaces de frenar la enfermedad, lo que provoca altos déficits de agudeza visual o campo visual.

Ayudas de baja visión

Son ayudas visuales para que el paciente tenga un máximo aprovechamiento de su resto visual.

Ayudas ópticas para baja visión: lupas, lupas electrónicas, microscopios, telemicroscopios, telescopios o filtros terapéuticos.
Ayudas No Ópticas para baja visión: están relacionadas con la iluminación o con la ergonomía del paciente. Por ejemplo teléfonos para baja visión, atriles, flexos de iluminación, ayudas para la movilidad.
Ayudas digitales, con cámaras inteligentes para ayudar a la lectura

Cada caso de baja visión es diferente, por tanto identificamos, junto con el paciente, las principales dificultades con las que se encuentra en la vida diaria.

Algunas patologías oculares que pueden causar baja visión:

Degeneración macular asociada a la edad
Glaucoma
Retinosis pigmentaria
Miopía magna

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